La residencia como síntesis de las artes.
El edificio combina de manera magistral no solo los diversos estilos barrocos alemanes.
Giovanni Battista Tiepolo, convocado especialmente desde Venecia, decoró la bóveda en 1752/53 con el fresco de techo más grande jamás pintado. Con gran sensibilidad artística, representó los mundos exóticos y mágicos de los continentes de América, Asia y África, personificados por figuras femeninas reales.
(Imagen de Myriam Thyes)
El punto culminante de la composición es la alegoría de Europa con la corte de Würzburg como centro de las artes. La pintura mide unos 600 metros cuadrados, se fusiona en un todo con el cielo habitado por los antiguos dioses en el centro..
Las pinturas representan "El banquete de los dioses" y "Diana en reposo"
Los tres frescos del techo de Giovanni Battista Tiepolo son una espléndida representación de la historia política del principado episcopal de Würzburg. Las pinturas sobre las puertas son del hijo de Tiepolo, Giovanni Domenico, muestran escenas de la vida de los emperadores del mundo antiguo.
Daños de guerra y reconstrucción.
El 16 de marzo de 1945, solo unas pocas semanas antes del final de la Segunda Guerra Mundial, un ataque aéreo destruyó el 90 por ciento del casco antiguo de Würzburg. Se salvaron el núcleo de la Residencia, el vestíbulo, el Jardín, el Salón Blanco, las escaleras y el Salón Imperial con los frescos de Tiepolo. Las bóvedas de piedra resistieron el colapso del ático.
La reconstrucción de la Residencia, que costó alrededor de 20 millones de euros, ahora está completa y es un logro notable, también desde el punto de vista de la artesanía involucrada.
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